lunes, 11 de junio de 2012

HISTORIAS Y LEYENDAS EN URDIMBRES DE BARRO...

“Es imposible apagar tanto color”, comentaban con entusiasmo los visitantes que acudieron a la inauguración de la muestra de la artista Ana Boulán el día 2 de junio en el Complejo Cultural del Teatro Municipal Rafael de Aguiar. Y si algo confirma aquel enunciado, es el hecho de que pocas veces sucede que, en una sala de exposición, se lleve a cabo una verdadera fiesta en homenaje a la creatividad.
Un gran carnaval de colores, música y amistad se presentó de forma cálida y divertida en un ambiente en el que el sabor de la pachamama y los vínculos humanos fueron los protagonistas. Las tiernas melodías de una guitarra y el conmovedor recitar de poesías a cargo de Jorge Menna y Javier Tisera, acompañaron los veinticuatro trabajos en exposición en un alegre jolgorio de formas, sonidos y texturas.
Pintura, restos de tejidos y pedacitos de cerámica conviven armoniosamente dentro de soportes rectangulares, expresando los vestigios de antiguas civilizaciones que sobreviven al paso del tiempo. Historias y leyendas se hacen presentes en la sociedad nicoleña actual mostrando el más festivo folklore creado a través de manos alfareras que enhebran urdimbres de pigmento y barro.
En el instante de contemplación, en aquel segundo en que se posa la vista sobre los paisajes inundados de rojos, tierras y naranjas, miles de seres acuden a nuestro encuentro y nos permiten percibir el mágico sonido de un sicu o una quena que bailan al son de una alegre copla. Gracias a la minuciosa iconografía, las imágenes pasan a ser testimonios pampeanos de una cultura ancestral que conecta el espectador con la madre tierra encargada de zurcir raíces en el imaginario colectivo. La responsable de tan arraigados trabajos es la curiosa mezcla de técnicas mediante la cual se puede respirar la consistencia del suelo, sentir la humedad de la arcilla a modelar y rozar los suaves restos de lanas e hilos prolijamente tejidos.
 “Me soy honesta y todo me sale del alma, para así dejar pequeñas huellas de lo que el barro me cuenta”, afirmó con pasión la artista de Villa Constitución. A través de la ternura de sus maternales manos, nos enseña a no perder el vínculo con la tierra y con la historia de las comunidades autóctonas del territorio argentino. Pequeños símbolos de la herencia aborigen aún no se han perdido y reviven a cada instante en el maravilloso carnavalito que late con fuerza dentro del corazón de la artista.




El texto se publicó en el Diario El Norte, San Nicolás - Buenos Aires, en el segmento cultural del día sábado 4 de junio de 2011. Para más información: www.diarioelnorte.com.ar

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