lunes, 11 de junio de 2012

EL ARTE DEL GRABADO...

Existen lugares y espacios físicos que marcan la historia, la cultura y hasta la identidad de una ciudad. Cada población, por más mínimo y escaso que sea, posee un patrimonio histórico y cultural que es de todos y para todos sus habitantes.
En San Nicolás de los Arroyos conviven determinados edificios que, con el paso del tiempo, se han convertido en íconos de la comunidad. A pesar de su desgaste, todavía perduran y se mantienen erguidos, dignos y orgullosos de su monumental presencia. Como seres que habitamos la ciudad, sabemos que están allí, pero pasamos por alto su presencia y, en ocasiones, el trajín diario y la velocidad moderna no permiten que nos detengamos a contemplar su esplendor y belleza. Cansados del desinterés y hasta del menosprecio, actualmente estos sabios ancianos de cemento nos reclaman atención y nos ruegan que los observemos y admiremos, ya que aún conservan su magnificencia y experimentan una latente necesidad de contarnos, una vez más, los cuentos y leyendas que han aprendido con el correr de los años.
El día 8 de junio, se inauguró la muestra de la artista Nancy Córdoba en la Casa Museo Coronel José Félix Bogado. Habiendo nacido a cientos de kilómetros de distancia de la llanura pampeana, su cuerpo echó raíces sobre esta tierra y sus manos absorbieron la identidad de la zona convirtiendo a la artista en una nicoleña más. Es por ello que, agradecida y llena de amor hacia el suelo adoptivo, llevó a cabo un emotivo homenaje a través de cinco grabados experimentales en donde la mezcla de diversos materiales y técnicas dan vida a los íconos arquitectónicos de la ciudad.
Las moles de ladrillos se despiertan del letargo ante la observación atenta y consciente de la pintora y grabadora, quien no sólo busca parte de la historia, sino también características de la identidad. Los colores, los trazos, la inclusión de serigrafía y la superposición de vidrios en relieve dan como resultado imágenes planificadas con la misma meticulosidad con la que los edificios se erigieron sobre el suelo descampado. Son retratos planos y lineales en negro de la arquitectura más representativa de la ciudad posada sobre fondos de colores saturados. Todo cobra vida y se ilumina afirmando su vigencia e incitándonos a que nos detengamos unos instantes y compartamos un diálogo silencioso con paredes y ventanas de propiedad ancestralmente colectiva.
¿Posee relevancia el legado arquitectónico en el presente de la ciudad? Sí. Por el simple y, a la vez, fundamental hecho de ser una de las piezas que construyen los cimientos de su imagen. Aquellos edificios legendarios se imprimen en postales que se exportan hacia las culturas más recónditas, con el fin de transmitirles parte de lo que nos caracteriza y unifica como sociedad. Son monumentos que nos identifican en tanto habitantes locales y como pertenecientes a una misma tradición: hablan de su pueblo, hablan de una comunidad que mezcla en una masa homogénea lo colonial, lo religioso y lo artístico.
Pero, paradójicamente, los edificios plasmados en los trabajos en exposición forman parte, a su vez, de un secreto comunal: sólo los lugareños sabemos dónde hallar cada una de aquellas piezas de arquitectura histórica. Resulta poco probable que, al descontextualizar la imagen del Teatro Municipal e insertarla en una cultura, hábitat o civilización que no posea referencia alguna sobre el inmueble, se valorice de la misma forma que en su suelo natal. El hecho de poseer información sobre los edificios y de haber tenido contacto con ellos, aunque sea una escasa y única vez, nos da el beneficio de convertirnos en cómplices de aquella mole maravillosa escondida entre las adoquinadas calles. En este hecho radica parte de nuestro inconsciente colectivo; allí mismo hallamos fragmentos de nuestra identidad; aquello nos une en un gran conjunto que lleva un solo nombre: nicoleños.
Nancy Córdoba nos invita a redescubrir la ciudad, a pensar cuál es su identidad, a reflexionar sobre su historia y a transformar la mirada de aquel paisaje cotidiano tomando conciencia de las maravillas que poseemos muy cerca de nuestros hogares.




El texto se publicó en el Diario El Norte, San Nicolás - Buenos Aires, en el segmento cultural del día sábado 25 de junio de 2011. Para más información: www.diarioelnorte.com.ar


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