domingo, 1 de julio de 2012

EL COMIENZO DE UNA NUEVA ERA...

Si hay un artista alegre, ese es Carlos Colombo. Y no solo es un artista alegre sino que también es un ser humano alegre. Afortunadamente, no escatima en demostrar su jovialidad ni en compartir su felicidad, hecho que confirmó al festejar su cumpleaños el mismo día en que inauguró su muestra de arte. Pintura, tortas dulces y amistad se fusionaron en una noche saturada de colores alborotados dignos de la personalidad efusiva, entusiasta y vivaz del artista.
Los recuerdos vívidos y sensibles de las labores de su abuela, quien se dedicaba a confeccionar bellísimas flores de tela, llevaron a que el pintor nicoleño experimente el más tierno y a la vez sensual amor por las artes. Es la habilidad con las manos de las generaciones precedentes, la que lo han conducido por el camino de la creación plástica funcionando como el disparador de toda su producción pasada y presente.
Bajo el lema “Ayer y Hoy” se aglutinan diecinueve pinturas al acrílico que demuestran la evolución del artista hasta la actualidad. Pero sin embargo, la muestra no se presenta como una retrospectiva, sino más bien como una exhibición de las diferentes etapas de producción que culminan en los gigantescos lienzos abstractos del presente. Experimentar en lo manual, en lo gestual, en lo lúdico o en aquel pétalo por pétalo que construyen el todo de una flor, son una autoevaluación y un demostrarse a sí mismo que aun existe ilimitada creatividad dentro de su ser y que, con paciencia y dedicación, se pueden lograr variantes pictóricas propias de un camino ascendente.
Las variaciones de estilos que se mueven desde naturalezas muertas en pequeños formatos hasta los grandes lienzos con escasas figuras reconocibles, desarrollan miles de preguntas en la mente del artista quien manifestó transitar por un cambio estilístico maravilloso y aun sin rumbo. La paleta de tonos pasteles o de colores quebrados junto con las figuras brumosas en distorsionados fondos de los trabajos actuales, entablan un dialogo diacrónico con sus inicios academicistas y estrictamente racionales. La etapa de la pura abstracción que se sucedió a lo largo de la última década, despertó sus sentimientos de vértigo e inestabilidad que devinieron en imágenes abstractas pero con pequeños focos de realidad como para “sentirme con los pies en la tierra otra vez”.
La muestra se acompañó con la proyección de un corto realizado por Willy Burrut. “Lluvia de colores” se tituló la serie de imágenes en donde se lo ve al artista en pleno acto de creación dentro de su estudio e imbuido en el sicodélico olor a pintura recién mezclada y preparada.
“La etapa de hoy es la que elijo para explotar mientras que construyo lo que haré a futuro”, afirmó el pintor maravillado ante la sorpresa de su propia evolución plástica. Quizás, el agrupar en un mismo espacio décadas disímiles de trabajo y tomar conciencia del camino recorrido, sea el comienzo de una nueva era en dónde cada pincelada sea el despertar de infinitos interrogantes y de nuevos recursos y técnicas artísticas a conocer.



El texto se publicó en el Diario El Norte, San Nicolás - Buenos Aires, en el segmento local del día domingo 1 de julio de 2012. Para más información: www.diarioelnorte.com.ar

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